lunes, 19 de octubre de 2009

Nuevos paradigmas del conocimiento y
el desarrollo humano, una perspectiva empresarial.

Deberíamos estar verdaderamente sorprendidos por lo que está pasando… Y si no me crees, lee las siguientes líneas.
En los últimos años se han generado una serie de cambios verdaderamente impresionantes, tanto de orden tecnológico como de desarrollo personal y profesional. Estos cambios cambian de manera radical la manera en que debemos plantearnos nuestro crecimiento y desarrollo personal y profesional…
Por mencionar sólo algunos ejemplos en el orden tecnológico, actualmente ya desaparecieron formatos de reproducción de películas como VHS y Beta, sustituidos por los famosos DVD, así como el formato de audiocassettes por el Disco Compacto (CD), y ni hablar de los dispositivos USB portátiles o de los BlackBerry, Palm, iPhone o iPod Touch o las nuevas cámaras de Sony que toman la fotografía al momento de sonreír. Increíble, ¿no? Estas tecnologías traen grandes adelantos que simplifican y facilitan, de alguna manera, la vida de los usuarios.
Por otro lado, en lo que se refiere al ámbito de la biología, se han realizado una serie de descubrimientos acerca del funcionamiento de nuestro cerebro que también asombrarían a más de uno, y esto es sólo el principio. Al respecto podernos mencionar que a principio de las décadas de los 50 y 60, los científicos estimaban la capacidad utilizada de nuestro cerebro en 50%; para los 70, el cálculo se situó en 10%; en los 80, y ante los nuevos descubrimientos que se estaban realizando, dicho porcentaje se ubicó en 1%. Ahora, en estos momentos (primer década del siglo XXI), la cifra es verdaderamente para sorprender a muchos, ya que se afirma que estamos utilizando apenas el 0.01% de nuestra verdadera capacidad cerebral. Sinceramente no se que tan cierta sea esta cifra, pero lo que si me queda claro es que estamos sub-utilizando nuestro potencial cerebral, ¿no lo crees tú así?
En esta época llena de cambios y donde nada permanece estático, la tecnología y el conocimiento humano se desarrollan de manera constante. Se sabe que este último, hasta antes del fin del siglo XX, se venía duplicando aproximadamente cada cuatro años y se estima que en estos momentos, de acuerdo con los científicos, dicho conocimiento se está duplicando cada 20 meses y cerca de 2010, lo hará cada 180 días.
A partir de hoy y en los próximos años la evolución tecnológica será aún mayor, más intensa y provocará cuantiosos cambios en nuestra forma de vida, ya que no hay quien impida ese proceso de transformación. En este caso, lo mejor que podemos hacer es adaptarnos y organizar esas transformaciones en nuestra estructura interna, en nuestra mente, así como en nuestras relaciones empresariales con el mercado en el que estemos inmersos.
Las organizaciones más inteligentes cambiarán antes, asegurándose así un lugar en el futuro y serán ellas quienes liderarán el mercado (piensa nada más en lo que están haciendo empresas como Microsoft, Yahoo, Google o Apple). Naturalmente, las que no cambien no lo tendrán garantizado.

Estas son algunas opciones que podemos desarrollar:
• Renovarnos constantemente. Tanto en nuestra estructura empresarial como en nuestro desarrollo personal, liderando nuestra organización, colaborando y aportando a la empresa en la cual prestamos nuestros servicios, por medio de la actualización permanente.
• Introducir novedades en nuestra vida. No podemos continuar haciendo siempre lo mismo, debemos buscar una evolución tanto personal, como profesional.
• Mejorar y crecer como seres humanos. Actualmente se están dando a conocer diversas tecnologías que potencian nuestro cerebro y nuestra mente. Si aprovechamos en nuestro favor estas tecnologías del desarrollo humano podremos continuar siendo líderes de nuestra propia vida y en consecuencia, de las organizaciones de las cuales formamos parte.
• Saber crear nuestro propio futuro. Hace muchos años, a fines de la década de los 50, en una importante universidad estadounidense le preguntaron a los egresados de cierta generación si tenían un plan de vida, es decir, si tenían definido lo que querían hacer con su vida y si esos propósitos o metas los tenían por escrito. Sólo 3% contestó afirmativamente; 20 años después volvieron a encuestar a los mismos egresados y la información que obtuvieron los investigadores fue sorprendente. Ese 3% por ciento que sí había definido su plan de vida por escrito valía, económicamente hablando, más que el 97 por ciento restante, pero no sólo eso, sino que también gozaban de mejor salud y sobre todo, eran felices con lo que hacían.
Te pregunto: ¿sabes cuál es tu misión en este planeta? ¿Tienes definido lo que quieres en la vida? ¿Tiene metas y objetivos por escrito? ¿Qué vas a hacer hoy diferente para alimentar tus sueños?
Si respondes afirmativamente, quiere decir que perteneces a ese selecto 3 por ciento de personas que sí consiguen el éxito en la vida. ¡Te felicito! En caso contrario, estás a tiempo de hacer conciencia de su situación actual y actuar en consecuencia.
También hay que tener presente que el éxito en el pasado no garantiza el éxito en el futuro. No hay que dormirnos en nuestros laureles. Tengamos siempre como fuente de entusiasmo y motivación el cambio y no la inmovilidad. Debemos estar siempre abiertos a las innovaciones, a la adquisición de nuevos conocimientos, capacidades y habilidades personales. Hoy como nunca antes es tiempo de invertir en nosotros mismos en nuestro desarrollo y el de nuestros colaboradores.
Esta apertura al cambio deberá manifestarse en nuestras creencias actuales, las cuales posiblemente sean limitantes en lugar de impulsoras, y si ese fuera el caso, hay que polarizarlas o sustituirlas por otras que nos impulsen y motiven.
Actualmente se sabe que el conocimiento es y seguirá siendo la base de la creación de la riqueza, a diferencia del paradigma anterior, en donde la tierra, el trabajo y el capital eran las fuentes de la riqueza.
Analiza; ¿Qué conocimientos te limitan? ¡Elimínalos, desaprende! ¿Cuáles te impulsan? ¡Adquiérelos, potencialízalos!

¡MEDITA, ANALIZA, PLANEA, HAS CAMBIOS Y ACTUA, ACTUA, ACTUA!

Te pregunto:
¿Qué vas a hacer hoy diferente para alimentar tus sueños?

“Nuestros sueños moldean nuestros objetivos y nuestros objetivos moldean nuestra vida. El coach nos ayuda a alcanzar nuestros objetivos.”

No hay comentarios:

Publicar un comentario